Drácula (Bram Stoker)

El origen de la leyenda

Drácula es una novela a la que el paso del tiempo le está acompañando favorablemente. Drácula es una leyenda que ronda los 120 años de vida, ha sido el origen de toda la leyenda que rodea los vampiros (y que de forma tan desastrosa se está perdiendo con las nuevas perspectivas que nos ofrece la literatura de best-seller sobre ellos). Durante su existencia ha sido revisado en innumerables ocasiones, llegando a ser uno de los personajes de novela con mayor presencia en cuanto a número de películas diferentes se refiere durante todo el Siglo XX.

El mito de los vampiros, los no-muertos que sobreviven succionando la sangre humana de sus víctimas, es un recurso existente en multitud de culturas milenarias; con diferentes características según las respectivas tradiciones, los vampiros han formado parte del colectivo popular desde tiempos inmemoriales. Sin embargo el encargado de "renacer" al vampiro e iniciar todo lo que actualmente engloba a Drácula fue el escritor irlandés Bram Stoker.

Una de las principales características de dicha novela, que le dan un toque muy distinguido y lo diferencian del resto de novelas de aventuras y ciencia ficción, es su desarrollo en forma de novela epistolar. A través de diferentes diarios, anotaciones y cartas que se intercambian los personajes de la historia se va manifestando

el argumento y se va ampliando la trama. Si bien parece un género literario equívoco para un libro de éstas características lo cierto es que el resultado final no puede rozar mayor perfección. El autor aprovecha al ponerse en el papel de sus principales protagonistas para narrar con gran dramatismo los sucesos que engloban al famoso Conde Drácula, imperando los sentimientos y las sensaciones, creando un ambiente que envuelve al lector como la bruma que acompaña al no-muerto durante el transcurso de su largo viaje hacia Londres.

La novéla de Bram Stoker nos narra las aventuras de un enigmático conde transilvano llamado Conde Drácula, en cuya intención de trasladarse desde su castillo en los Cárpatos a Londres conoce a un joven (pasante de) abogado llamado Jonathan Harker, encargado de realizar todo el "papeleo" necesario para completar la transacción.

A raíz de éste primer encuentro (del que tampoco podemos revelar mucho más sin destrozar la trama) el Conde se dirigirá a su nuevo destino coincidiendo durante su travesía con algunos conocidos y allegados de Harker. Irán poco a poco sucediéndose los acontecimientos que nos revelarán paulatinamente la crueldad de Drácula y su afán por conseguir sus objetivos hasta que en el futuro se acabarán juntando, acompañados del doctor Abraham Van Helsing, el joven Jonathan y otros compañeros de la aventura para buscar la forma de conseguir acabar con la vida del vampiro.

Drácula es ante todo una historia con nombres y apellidos. Como ya hemos mencionado gracias a su narración de forma epistolar iremos conociendo a los protagonistas de la novela. Iremos descubriendo sus sentimientos, su forma de pensar y su forma de proceder. Seremos partícipes de las cartas que intercambiarán Lucy y Mina, del "diario de campo" que el propio Jonathan Harker redactará tras su llegada en el castillo del Conde, e incluso nos enteraremos de la extraña vida del paciente Renfield gracias a su médico el doctor John Seward.

Es un libro con pocos personajes, donde todo se va conectando para que coincida como si fuera un puzzle de pocas piezas, pero precisamente su riqueza radica en las interacciones que tienen entre todos ellos y que poco a poco irán dirigiéndose hacia un mismo camino, el dar muerte al fatídico no-muerto.

Pero también nos muestra también una historia dramática, una lucha entre la vida y la muerte (¿O deberíamos decir la no-muerte?), un aliento a la supervivencia de los débiles contra el todopoderoso Conde Drácula. Nadie puede dudar que no sea una novela de aventuras donde existe una trama sólida y muy bien construida, aunque reconozcamos que en ocasiones existen algunas casualidades ligeramente inconsistentes. Otro de los puntos a favor de la obra es que las partes de la narración que tienen un trasfondo sobrenatural se complementan muy bien con el resto de la historia, de forma que no englobamos el mundo dentro de la presencia del vampiro sino que por el contrario es el propio Conde quien se integra en el mundo "real", dando lugar a una narración compleja y con muchos matices que merece la pena degustar.

Valoración

Drácula es sin duda uno de mis libros favoritos, del que guardo un grandísimo recuerdo y que marcó mi adolescencia tras descubrirlo "por accidente". Es por ello que en esta valoración no puedo puedo ser ni remotamente objetivo.

Desde el principio engancha como pocos, desde la primera página se impregna de ese ambiente oscuro y lúgubre que acompañará toda la aventura. Las descripciones que existen a lo largo de la narración enmarcan la historia en un trasfondo que el lector encontrará muy cercano y que podrá visualizar apenas cierre los ojos. Hay partes de la historia que son auténticos retratos visuales de la novela, en las que bastará una lectura ligera para hacernos a la idea de la ambientación en la que transcurre la acción.

Además es un libro muy original y su estilo lo certifica sin lugar a dudas. En una novela donde una narración omnisciente de la situación parece la más adecuada Bram Stoker nos sorprende con una amplia lista de recopilaciones de diarios, cartas y escritos en las que serán los propios protagonistas los que irán escribiendo toda la aventura desde su propio punto de vista. Esto conseguirá una novela mucho más personal, donde empatizar con los personajes es algo obligatorio ya que cada uno tendrá su propia forma de ser y de actuar, donde algunos de ellos conocerán toda la realidad sobre Drácula mientras otros de forma inocente (y bastante ingenua en ocasiones) estarán hablando exactamente de lo mismo desconociendo por completo la situación.

Considero que es un gran acierto ya que gracias al estilo narrativo la historia nos envuelve de forma que nosotros no "vemos" lo que hacen los personajes sino que nos meteremos en su papel, nos sentiremos protagonistas de sus escritos. Leeremos sus palabras como si fueran propias.

Como posible reproche al libro, posiblemente sea en ocasiones un poco lento. Especialmente para aquellas personas que busquen una literatura más directa, con una acción trepidante y un ritmo ágil que vaya desarrollando la trama de manera vertiginosa. Es una novela para degustar con calma, para detenerse en cada párrafo, porque no existe ningún párrafo desaprovechado.

Evidentemente, para aquellos que busquen una aventura sobre vampiros con mucha acción, e incluso aquellos que de forma inequívoca (cuánto daño ha hecho el cine) estén buscando enfrentamientos cara a cara con el Conde utilizando un arsenal de balas de plata u otros accesorios característicos en la lucha contra los vampiros, no encontrarán en Drácula su libro ideal.

Drácula es mucho más que la historia de un vampiro. Es la historia del Conde y su viaje, la historia de Jonathan Harker, de su mujer y de Lucy, la amiga de ésta. Es la historia del prometido de Lucy y de sus compañeros el doctor John Seward, del doctor Van Helsing y de algunos protagonistas más.

Drácula es, sencillamente, magistral.